El circo.

La primera vez que vi un león, o al menos la primera vez que lo recuerdo, salía de una pasarela que daba a una jaula redonda. Un tipo, de esos que van vestidos de forma rara, lo esperaba dentro de la jaula. Recuerdo que pensé que era un gilipollas y un inconsciente. Bueno… en aquella época yo aún no decía gilipollas y seguro que no tenía ni idea de lo que significaba inconsciente. Quizá pensé que era un valiente y un poco loco. El caso es que a aquel tipo, al que llamaban  “domador”, controlaba a los aquellos bichos con los que se peleaba Tarzán. A mi aquellos bichos con pinta anoréxica me parecieron mas perros grandes y tontos que reyes de la selva. Casi podría decir que lo del domador no tenía el mérito que se le atribuía en fotografías y dibujos que había visto en algunos libros. (Aún no había salido el boom de Angel Cristo y Barbara Rey así que puedes hacerte una idea de los años que tengo.) Después he ido al Circo dos veces mas, una con el colegio, pocos años después de mi primera vez, y otra con mi nene. Ninguna de las dos veces me ha gustado, si bien es cierto que me “descojono” con algunos, no con todos, los payasos y que le veo mucho mérito a los trapecistas, el resto… pues como que no.domador

Luego uno va creciendo y es más o menos consciente de las dificultades por las que pasa la gente que se decide por esta forma de vida. También de cómo viven, y entre otras cosas de cómo viven los animales que los acompañan. Un circo no deja de ser un zoo ambulante. Y si en un zoológico hay animales que ya da pena verlos en un circo… en un circo dan ganas de llorar directamente.

Y todo esto… ¿A que venía? Pues que en Córdoba los de Equo critican al ayuntamiento por permitir que se instale el circo en el Estadio del Enrique Puga. Desgraciadamente no todos los circos pueden ser el Circo del Sol y algunos aún tienen esa costumbre de usar animales, y muchos, en sus espectaculos. La tradición es dura de cambiar, si no que se lo digan a la Iglesia. Y a mi los “bichos” enjaulados me dan muy mal rollo. (Excepto las langostas en los acuarios que me dan hambre.) Pero también tengo que reconocer que poner más trabas para que la gente se gana la vida… pues como que no. Además estoy (medio) convencido de que habrá unas leyes mínimas que regulen los animales que están en el circo. (Otra cosa es que haya que cambiarlas, y ojalá que sea pronto y para mucho mejor.) Así que por mi parte que les vaya bonito en sus días en el Enrique Puga, que por cierto es un recinto cerrado y no molesta a nadie. Que lo dejen todo como lo encontraron y los que vayan a verlo se diviertan mucho. Conmigo, de todas formas, no conteis. Aunque tengo que reconocer que en parte los de Equio tiene mucha razón. Creo que no deberían dejar instalar el circo en Córdoba, no por lo que cuentan de la política de bienestar animal, que ya digo debe estar legislado y regulado, si no por que con el Circo viene Leticia Sabater. Y oiga… por ahí si que no.

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3 respuestas a El circo.

  1. La Maripili dijo:

    Primero he leído la entrada de dormir y luego he ido leyendo esta y estaba pensando «este tío se está convirtiendo en un moñas». Menos mal que al final de esta entrada lo has arreglado

  2. Lorena dijo:

    A mí me da tristeza esto del circo por muchas razones, pero lo de «la Leti» creía que era coña jajaj y el nombre del espectáculo…Fronze jjajjajajja ¡madre mía! A ver, de algún sitio tendrá que pagar cada paso por taller la mozaSin lugar a dudas,el mundo se derrumba y los polos se derriten …

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