Mjolnir

Hoy se estrena. Lleva unos días en cartelera, se le ha visto en algunos acontecimientos, en presentaciones, pero es hoy cuando comienzan sus aventuras. Entramos en una etapa en la que el hombre se convierte en un dios pagano. Cuando sus aventuras se narran en todos los periódicos, cuando se le ve en lugares insospechados, porque, como los dioses, consigue llegar a tiempo donde se le necesite. Hoy la lluvia aparece en Córdoba pero él controla al trueno, y hace que el día más gris sea un mayo córdobes. Porque él es su dios. Él es Marcelino Ferrero.

¿O acaso pensabas que hablaba de Thor? Vamos… Thor, con su cerca de dos metros,  no le llega a Marcelino ni a la altura del clavel. Porque es que hay que tener clase, mientras uno lleva una mallas o va a pecho descubierto marcando músculo, superMarcelino no se quita la chaqueta. Y eso para un mayo córdobas tiene un mérito que te cagas. Cuando uno usa un martillo para hostiar al enemigo, el concejal de festejos se coloca su clavel reventón en la solapa como si fuese su Mjolnir particular. Y así  se conjunta para darle una alegría  y donaire a cualquier presentación que se le precie. Las batallas de Marcelino no son como las del dios del trueno, no. Pelearse a tortas no tiene mérito. Lo hace con flores y las gana todas. No porque tire más claveles, o porque los esquive con más soltura, que tambien, si no porque es quien mejor se lo pasa.

Empezamos la cruces y un mes muy completo. El ayuntamiento tiene con Marcelino Ferrero el martillo de Thor para el mes de mayo. Quizá el día 22 se cambie el organigrama de la corporación municipal pero ya será tarde. Marcelino deja de ser político en Mayo. Marcelino se convierte en dios.

Thor después de un Mayo Cordobés

Ni Superman, ni Spiderman, ni Lobezno, ni cualquier pokemon legendario. Yo para Mayo me pido ser Marcelino Ferrero.

Marcelino Ferrero